La presencia de humedad en una vivienda causa multitud de desperfectos. Lo primero que se viene a la cabeza son las manchas y el moho que aparecen en paredes y muebles. No obstante, los electrodomésticos y aparatos electrónicos que forman parte de una casa también pueden verse perjudicados por este problema.
Humedad y electrodomésticos
La composición interna de los electrodomésticos y los aparatos electrónicos los convierte en elementos muy susceptibles de estropearse si están expuestos a un exceso de humedad. El agua puede afectar a estos aparatos tanto desde el exterior, como mediante cortocircuitos en los enchufes, producidos por la humedad que transita por las paredes. La condensación es la que supone un mayor peligro para estos utensilios, sin embargo, la capilaridad y la filtración también pueden perjudicarlos gravemente.
En el caso de los electrodomésticos, los más propensos a sufrir averías por este problema son aquellos que utilizan agua en sus procesos. Aparatos como el lavavajillas o la lavadora están preparados para soportar los efectos de la humedad en su interior, no, en cambio, en el exterior. También aquellos que se encuentran en las cocinas son proclives a estropearse, ya que están más expuestos al contacto directo con el agua, además de al vapor producido por las actividades cotidianas.
¿Y los aparatos electrónicos?
¿Quién no se ha llevado su móvil o su ordenador para el baño mientras se da una ducha? Este hecho, que en principio parece inocuo, afecta negativamente a la salud de estos dispositivos. La humedad por condensación que se genera en un cuarto de baño puede penetrar profundamente en los circuitos de los aparatos electrónicos provocando que estos dejen de funcionar de repente.
La mejor forma de cuidar los enseres de una vivienda es combatiendo la humedad nada más detectarla. En SecaMax recomendamos, si se observa el menor indicio de su presencia, contactar inmediatamente con profesionales que proporcionen la solución más adecuada para cada hogar.
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cantidad de vapor que el que tenemos en casa. No debe engañarnos el higrómetro que marca, por ejemplo, 90% de humedad relativa. Si la temperatura de la calle es de 2ºC eso significa que sólo tiene unos 4g de vapor por cada kg de aire. Si el aire de la casa está al 70% pero a 25ºC la cantidad de vapor sería de casi 14g/kg de aire, lo cual es muy superior al de la calle. Recuerde que, a más cantidad de vapor, mayor es el punto de rocío, y, por tanto, más fácil que el vapor condense originando horribles manchas de hongos.
-que tendríamos que valorar con otras variables conjuntamente- desde el punto de vista de la generación de humedad por condensación, lo peor es que la calefacción oscile, o sea, encender y apagar a lo largo del día.
