Se trata de evitar que el calor escape y no genere tanta condensación? Entonces, por qué se ponen los radiadores justo bajo la ventana?
No vamos a entrar en esa pesada ley de Fourier, que nos explica cómo se transmite el calor, porque eso no sería para todos los públicos, y lo que queremos es, justamente, que pueda beneficiar a las personas ajenas al sector que gastan en calefacción de modo exagerado y además padecen condensación -la peor y más común forma de humedad en pisos- y una pared húmeda.
Nos acercamos al radiador debajo de la ventana. Este es un punto muy débil desde el punto de vista energético, ya que no está tan aislado, por mucho que nos digan que la ventana rompe el puente térmico o que son cristales de baja emisividad térmica.
Al poner el termómetro al lado, nos da un valor de 31ºC y, en el techo, 22ºC.
Esto es demasiado salto -gradiente- para que ese vapor que absorbe el aire pegado al radiador, no se enfríe y condense contra el techo. Incluso en la propia trasera del radiador, produciendo montones de hongos.
Hemos visto en otro blog anterior cómo, lo mejor, es que no haya saltos importantes en la temperatura interior de la vivienda, so pena de que el vapor, al enfriarse, se convierta una vez más en agua.
Eso es lo que logramos al hacer que, en tan poco espacio, al fugarse parte del calor a la calle, baje la temperatura bruscamente en dos metros escasos y me deje todo el agua que antes era vapor caliente.
¡condensación al canto!
Y mucho más, si han hecho la salvajada de quitar el tabique para empotrar el radiador en el hueco de la cámara de aire: cada vez que usted encienda la calefacción, estará calentando un poquito la calle, porque una parte del calor saldrá fuera atravesando la hoja de fachada limpiamente, en ausencia de aislamiento o cámara que lo retenga. ¡no haga eso!
Debemos intentar que la temperatura no tenga saltos importantes, deje su termostato a una temperatura prudente, no más de unos 18ºC, para que no se produzca caída de temperatura y eso haga que el vapor se licue. Por desgracia, al poner el radiador bajo la ventana, esto es muy difícil, por no decir, en la mayor parte de los casos, imposible. Personalmente, prefiero poner el radiador en las paredes internas, para que llegue a la pared que da a la calle ya más atemperada y no tenga ese salto tan grande. No olvide que, la pérdida de calor, tiene que ver con el grosor de la pared, un cociente de conductividad térmica (lambda), la diferencia de temperatura con el exterior y LA DISTANCIA HASTA LA PARED desde el radiador (esa distancia actúa como una gran cámara de aire).
Nuestro consejo: si va hacer reforma en su casa, mejor ponga los radiadores en paredes interiores, ahorrará, conseguirá que la temperatura baje menos bruscamente, y eso hará que desarrolle menos condensación.
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