Vamos al grano: muchos de nuestros clientes se preguntan si es mejor poner la calefacción al mínimo y mantenerla así, o mejor apagar cuando se van y encender cuando están en casa.
Independientemente del gasto y de la eficiencia energética -que tendríamos que valorar con otras variables conjuntamente- desde el punto de vista de la generación de humedad por condensación, lo peor es que la calefacción oscile, o sea, encender y apagar a lo largo del día.
Son justamente estas variaciones en la temperatura lo que hará que la humedad específica (en gramos/ m cúbico de aire) aumente durante el periodo con más temperatura, y que, al ir paulatinamente bajando la temperatura, se vaya condensando por algunas zonas de la casa.
Es preferible que la calefacción permanezca a una temperatura mínima -18ºC está muy bien- para que no haya estos picos de humedad más elevados en el ambiente que luego acabaran por licuarse cuando se apague.
No obstante, siempre hemos de eliminar los puentes térmicos que tengamos en la vivienda debidos al mal aislamiento, y también eliminar el exceso de vapor con sistemas de ventilación.
Si tiene dudas, llámenos o escríbanos a nuestro correo electrónico, y le contestaremos gustosamente.
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